martes, 29 de septiembre de 2015

¿Los cuidadores de los niños deben tener los mismos valores que los padres?

Debate en el que nos encontramos continuamente, y es complicado acertar con la respuesta correcta. Puesto que valoraciones y opiniones las hay tantas como familias, o incluso como personas.

Cuando elegimos barrio, escuela o incluso espacios o actividades que realizar, la decisión viene determinada o dirigida según nuestro criterio, pero si, también influyen nuestros valores. Tratamos de sentirnos identificados en objetivos o en puntos de vista, aunque muchas veces no nos demos ni cuenta.

Nos debería preocupar que el cuidador o canguro de nuestro hijo sepa protegerle, entretenerle y ayudarle en su crecimiento y desarrollo… ¿Pero dónde está el límite? Los padres que creen en la crianza de apego o creen imprescindible que sus hijos aprendan otra lengua ya exigen estos requisitos en su demanda de candidatos, sin embargo hay factores no tan evidentes que no son tan fáciles de transmitir, como el tipo de lenguaje para comunicarse, la necesidad de hablar sobre las emociones, la manera de transmitir objetivos, recompensas u obligaciones, y en definitiva la visión del mundo.

El principal problema es que muchas veces los padres no saben identificar estas particularidades y por tanto fallan al elegir al candidato, dando por hecho que tendrá en cuenta nuestros valores.

Dedícale un tiempo a reflexionar, a hablar o a interactuar con vuestro hijo y tratar de ver qué factores son los más importantes para vosotros en su desarrollo, cómo os gustaría que se dirigiese a vosotros, qué tipo de juguetes o actividades veis más acordes, establecer normas de conducta, ejercicios de comprensión y de tolerancia.
Trata de darle forma y aprende a explicarlo –Quizá es el punto más difícil-  ¡Y a por la persona adecuada!

Puedes hacer una selección o peticiones muy precisas en el portal http://express.canguroencasa.com/

viernes, 4 de septiembre de 2015

Opinión de una mami sobre productos Nûby


Ya estamos acabando el verano y mi retoño cumple 5 meses, el calor ya se va y sigo empeñada en alargar la lactancia hasta los 6 meses, pero parece que mi tercer hijo tiene mucha curiosidad por descubrir nuevas formas de comida que no sea el pecho.

Pero, ¿Cómo hacer una introducción paulatina de los alimentos según las necesidades del bebé y, al mismo tiempo, fácil para los padres que se la hemos de dar? He descubierto el alimentador antiahogo de la casa Nûby, un artilugio un poco raro inicialmente pero muy práctico para que mi bebé pueda probar todas las frutas del verano. Se limpia muy fácil y mi hijo lo coge sin problemas. Puedes poner cualquier fruta, la pelas, le quitas pepitas o hueso y la introduces en la red, luego cierras bien la rosca y se la das al bebé, que no para de chupar todo el rato. Además ahora que le empiezan a salir los dientes, le pongo fruta fresca o incluso del congelador y le calma el dolor de encías. 
Posted on 9/04/2015 | Categories: